jueves, 25 de junio de 2009

Por qué Reutemann no ganará las elecciones del domingo


Reutemann mira el piso y piensa "el domingo me parece que termino ahí".

Todo está listo para el domingo electoral. El 28-J, nombre catastrofista impuesto por los medios porteños como si ese día fuera decisivo para el país, no será más que una elección legislativa que apenas será nombrada en los manuales de la historia argentina. Sin embargo, para los santafesinos será un día importante, porque será la elección donde Reutemann, por primera vez en su carrera política, realmente saldrá segundo, tal y como reza el viejo chiste que siempre se aplica a su figura, en referencia a los tiempos donde era sólo un inofensivo corredor de autos.

¿Y por qué perderá el domingo? Bien, el "hombre fuerte" del PJ santafesino entró a esta elección cargando algunos supuestos que resultaron falsos. En primer lugar, desde que dejó la Gobernación y fue elegido Jorge Obeid por segunda vez, sus aduladores (periodistas como Darío Schueri) repitieron hasta el cansancio que era "el gran elector", que tiene un piso de 30 por ciento de votos, y una serie de disparates que no podían estar más lejos de la realidad. Reutemann siempre ganó las elecciones gracias a la ley de lemas, y cuando ésta fue derogada por Obeid (no sin antes servirse de ella para arrebatarle el triunfo a Hermes Binner), el "Lole" sólo participó de elecciones menores, nunca debió mover "el aparato".

Luego, Reutemann basó su poder dentro y fuera del PJ en su enorme capacidad para generar clientelismo, Hordas de inútiles esperaban que el corredor se haga con un cargo para ser absorbidos por ese pulpo sci fi que es la maquinaria peronista clientelar, y se adhirieron como ventosas a los vidrios de un PJ transparente, que no ocultó su poder de absorción de empleados públicos. Pero ésta no es una elección ejecutiva, y poco va a poder repartir el "Lole" después de su supuesta victoria,. Y eso lo saben bien los "militantes", al menos los que quedan, Trabajar hoy para Reutemann es trabajar para la posibilidad de que te de algo en dos años. Y no son muchos los que se encuentran en tal estado de desesperación.

También, Reutemann ganó las elecciones siempre con los gobiernos a favor, tanto provincial como nacional. Pero en esta oportunidad, Reutemann debió hacer campaña en total soledad con apenas un puñado de intendentes de su lado, que sin embargo no pudieron hacer mucho por él, ya que la verdadera caja de Santa fe la maneja el Partido Socialista.

Y ahí es donde entra el tercer factor. Envanecido por el ejército de aduladores, Reutemann prefirió subestimar el poder de campaña de Binner. Tal vez supuso que la aplastante victoria de dos años atrás, donde el socialista le llevó 10 puntos a su contrincante Rafael Bielsa, fue una especie de excepción, y que el "aparato" justicialista estaría intacto. Pero sin subsidios para desparramar por la provincia, sin capacidad de prometer, y sin la caja del Gobierno de su lado, la campaña de Reutemann fue un verdadero fiasco: allá donde el corredor generaba simpatías sin control, hoy se lo mira con escepticismo.

El pacto que hizo Reutemann con Kirchner para "trabajar" la campaña a dos frentes con Agustín Rossi fue más que evidente desde el principio, y hasta el propio "Lole" debió firmar de puño y letra en su sitio web que no se va a vender en los próximos días. Sin embargo, pocos olvidan cómo Reutemann fue muy sumiso al kirchnerismo hasta los últimos días del conflicto entre campo y Gobierno, y a pesar de no votar a favor de la 125, lo cierto es que, por ejemplo, abandonó a la Negra Alarcón cuando ésta fue la primer peronista en oponerse al cierre de la exportación de carne, y por eso castigada con la expulsión del partido. El "Lole", padrino político de Alarcón, quien dio sus primeros pasos en la fuerza como su secretaria, fue abandonada por un Reutemann que miró para otro lado en los momentos difíciles.

Y a todo esto se le suma la "doble campaña" que emprendió el socialismo, que desde un principio estuvo decidido a superar el caudal de votos de Reutemann. Mientras Rubén Giustinianni cosechaba votos para una sobria reelección, al Senador se le sumó el Gobernador Binner, quien salió al ruedo de forma feroz, hablando con cuanto medio quisiera entrevistarlo y realizando lúcidas crónicas del pasado de Reutemann: la privatización del Banco de Santa Fe, la relación con los hermanos Rohmm, su pasado menemista, su pasado kichnerista, la responsabilidad en las inundaciones, la responsabilidad en las 7 muertes de 2001 incluida la de Pocho Lepratti, los intentos de privatización de la EPE, la reducción de salarios a los empleados públicos en 2002, y una batería de argumentos fueron esgrimidos por el socialista para recordarles a los santafesinos cuál es la verdadera cara del simpático y callado "Lole". Un dato que recordó el Gobernador y que pocos conocen: durante los períodos de Reutemann al frente del ejecutivo santafesino, en Santa Fe no se construyó un solo hospital nuevo.

Esta claro que el domingo para Reutemann será el día de la derrota. No hay una sola encuesta que lo ponga como ganador, las más optimistas auguran un "empate técnico", y las más entusiastas con el binnerismo dan ganador a Giustinianni. Su derrota será una buena noticia para Santa Fe, pues se habrá acabado de una vez por todas el reinado del reutemismo y el mito del Reutemann como "el gran elector". El justicialismo santafesino deberá replantearse sus estrategias, ya que decidieron insistir con los mismos métodos y formas que los llevaron a perder por diez puntos dos años atrás, en una elección que la tienen perdida antes de empezar. Y el socialismo, que tiene una dura tarea por delante, deberá cuidar los votos que la gente pondrá este domingo a los candidatos de su partido, deberá entender su victoria como un voto de confianza de una ciudadanía desencantada con el pejotismo más berreta que domina al peronismo santafesino. Las millones de manos que el domingo llevarán al socialismo a la victoria podrán retirarse en caso de que la fuerza olvide los nobles ideales que la llevaron a desbarrancar, de una vez por todas, a Reutemann, el corredor que por primera vez, saldrá segundo en su última carrera electoral.

1 comentario:

Alejandro Menardi dijo...

Si hay algo que fortalece la amistad entre un gorila y un peronista como yo es que los dos pensamos que el lole es malo.