Publicado ayer en la sección Política de Diario Perfil
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Luego de una semana agitada, con su nombre sonando insistentemente en el ambiente político, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia Ricardo Lorenzetti, viajó a su ciudad natal -la santafesina Rafaela- para realizar los preparativos de sus vacaciones de verano. Luego de un año agitado, con varios fallos del máximo tribunal que levantaron polémica, Lorenzetti busca refugiarse en sus afectos y mañana viaja al extranjero junto a sus tres hijos -Pablo, de 26 años, Franco, de 23, y Lucía, de 21-, aprovechando la feria judicial para alejarse de las versiones que días atrás lo empardaron junto al vicepresidente Julio Cobos en una posible fórmula con vistas a las elecciones de 2011.
Lorenzetti decidió no hablar públicamente del tema para mantener la independencia de los poderes, pero desde su entorno más íntimo narraron a PERFIL que el magistrado vivió estos días con un gran desconcierto. “Lorenzetti no quiere ser candidato, ni en esta ni en la próxima década”, lanzó, categórico, un funcionario de la Corte. Es así como explican que la versión “es un invento que no tiene asidero, destinado a perjudicarlo en un momento donde la institucionalidad tiene un alto valor para toda la sociedad, y donde la Corte puede llegar a arbitrar en temas claves”. Inclusive, las mismas fuentes se animan a opinar que “si él tuviera intenciones de ser candidato, seguramente sería más alto que eso”, dando a entender que el segundo lugar en una fórmula le queda chico a este exitoso abogado que en 2004 se convirtió en el emblema de la renovación del máximo tribunal argentino.
Es así como este viernes al mediodía, luego de finalizar la semana laboral, Lorenzetti viajó los 560 kilómetros que separan a Buenos Aires de Rafaela para llegar a su actual residencia de calle Chacabuco, dormir una breve siesta y salir a correr por alguno de los numerosos parques rafaelinos. El footing es su principal actividad física luego de haber sido un deportista muy activo, cuyo deporte favorito es el rugby. Y aunque ya no lo practica, es frecuente verlo entre los espectadores del Seven, el evento anual más importante que organiza el Centro Rafaelino de Rugby (CRAR), club al que pertenece desde su adolescencia. “Él lleva una vida muy simple, le gusta mucho estar en su lugar, con su gente”, destaca a PERFIL otro de sus colaboradores. Tal vez por eso, la mayoría de los fines de semana los pasa en Rafaela, y es común verlo en los cafés del microcentro e inclusive tomando una copa con amigos en bares del casco histórico.
2 comentarios:
por acá lo andaban buscando para regalarle una candidatura, y el hombre estaba tomando sol en Rafaela!!!
Pero si hace todo eso tiene cada vez menos tiempo para producir su mafia,
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